Hoy en día la mayoría de la población mundial habita en entornos urbanos. Sin embargo, se ha comprobado en numerosos estudios que las características de los ambientes urbanos y el estilo de vida que dichos ambientes imponen a sus habitantes (sobrecarga informativa, despersonalización, sedentarismo, falta de contacto con la naturaleza…), se relaciona con numerosos problemas de salud físicos (incremento de la presión arterial, trastornos hormonales y gástricos, ansiedad, alergias, obesidad) y psicológicos (irritabilidad, menor capacidad de atención y concentración, pérdida de memoria, estrés, etc.).
Por otro lado, se han comprobado los numerosos beneficios derivados del contacto con ambientes naturales, tanto fuera como dentro de las ciudades: reducción del estrés, recuperación de capacidades cognitivas, aumento de la satisfacción y la calidad de vida, e incluso la pronta recuperación de pacientes hospitalizados cuando éstos tienen acceso a una zona natural como un parque o jardín. Esta propiedad de los ambientes naturales ha recibido el nombre de capacidad restauradora. Más recientemente se ha focalizado el interés en los beneficios que este tipo de ambientes tienen sobre la población infantil , observándose que el contacto habitual de los niños con entornos naturales o semi-naturales como bosques, parques, jardines, etc. proporciona una gran cantidad de beneficios sobre la creatividad, la actividad física, la reducción del estrés, o la salud (p.e. la obesidad). Además los niños desarrollan actitudes más favorables hacia el medio ambiente, que se traducen en un mayor cuidado y conservación de la naturaleza, lo que convierte esta interacción en un intercambio de beneficios mutuos.
Estos beneficios, observados tanto en adultos como en niños, pueden tener unas implicaciones directas en el diseño de las ciudades a pesar de lo cual, su aplicación al diseño urbano (calles y plazas, hospitales, escuelas, residencias, etc.) ha sido muy escasa hasta el momento. Se discute la necesidad de modificar nuestras ciudades de acuerdo con estos principios, de forma que se conviertan en ambientes más sostenibles, amigables, y disfrutables.