Las reformas municipales de Carlos III han sido objeto de abundantes trabajos que han puesto de manifiesto su trasfondo regalista, con dos directivas primordiales: la hacendística, plasmada en las Juntas de Propios y Arbitrios, que controlaban el gasto y endeudamiento concejil, y la gubernativa que mediante la recuperación de viejos cargos patrimonializados (procurador síndico) y la creación de otros nuevos (diputados del común) pretendían dominar los cabildos profundamente oligárquicos.
Vamos a analizar las repercusiones que en esos dos ámbitos tuvo el reformismo borbónico en una mediana ciudad de provincias, Vélez-Málaga, situada en la costa del Reino de Granada y dedicada fundamentalmente al comercio de sus frutos agrícolas: pasas y limones, durante toda la Edad Moderna.