Existe un importante vacío del registro fósil continental en Europa para el intervalo del Plioceno inferior que discurre entre 5.3 y 3.4 Ma (Rusciniense). Esta carencia contrasta con la abundancia de datos conocidos para el Mioceno superior (11.2 – 5.3 Ma) y para el Plioceno superior y Pleistoceno.
Hasta el momento, se conocen los siguientes yacimientos europeos para el plioceno inferior: Megalo Emvolon en Grecia (Arambourg and Piveteau, 1929; Koufos and Kostopoulos, 1997), Malusteni en Rumania (Radulesco et al., 2003), varias localidades en la zona del Rosellón en los Pirineos Orientales franceses, y Vialette en el Macizo francés, datado en el inicio del Villafranquiense, con una cronología de 3,2 Ma (Lacombat, et al., 2008), a los que hay que sumar los localizados en la Península Ibérica: La Calera, en la cuenca de Calatayud-Teruel, y Layna, en la provincia de Soria (Alberdi y Alcalá 1989-90; Azanza y Menéndez, 1989-90; Alcalá et al. 1989-90), en el noreste peninsular se encuentra el yacimiento de Camp dels Ninots (Girona) donde se está recuperando fauna en un excelente estado de conservación (Campeny-Vall.llosera y Gómez de Soler, 2010; Gómez de Soler et al., 2012). Este registro pliocénico se incrementa con el yacimiento de Baza-1 que se sitúa en la provincia de Granada, y se presenta a continuación.
La localidad de Baza-1 se ubica en el Barranco de las Seguidillas - Cuesta del Francés, conocida en la zona como Las Arrodeas, a las afueras de la ciudad de Baza. Este yacimiento fue localizado en el año 1996 por uno de los firmantes (BMN) y los primeros trabajos comenzaron en el año 1999 con una prospección del área para decidir dónde ubicar un pequeño sondeo de tres por tres metros, que se realizó durante 2000 y 2001 (Martínez-Navarro, 2001, Ros-Montoya, 2010). Como antecedente también cabe destacar el estudio de la geología de esta zona realizado por Guerra-Merchán et al. (1991), donde se incluyen varios yacimientos de micromamíferos pliocénicos.
Recientemente, en Mayo de 2015 se ha reabierto nuevamente la excavación, con un área de trabajo amplia en la que se han incluido las cuadrículas iniciadas en las actuaciones previas.
El contexto sedimentario de los depósitos en los que se encuadra el yacimiento corresponde al desarrollo de abanicos aluviales (Formación Guadix) procedentes de los relieves de la sierra de Baza, los cuales conectaban distalmente con un ambiente lacustre donde se depositaban los materiales de la Formación Baza durante la mayor parte del Plioceno inferior. Variaciones periódicas en la lámina de agua del lago condicionarían el desarrollo de ciclos de somerización, caracterizados por facies de margas a muro y (margo) calizas a techo, junto a episodios detríticos eventuales de escasa potencia. De esta forma, en condiciones de baja profundidad y escaso o nulo aporte detrítico, se formarían ambientes palustres en los que se depositarían los niveles arcillosos oscuros con restos de plantas carbonizados, los cuales a su vez son susceptibles de incluir restos fósiles de vertebrados, como ocurre en esta localidad.
El registro paleontológico está compuesto por abundant¬¬e material fósil, en general con buen estado de conservación, y con una densidad por m2 bastante alta. La lista faunística (Ros-Montoya, 2010) está compuesta por tres roedores (Apodemus aff. gorafensis, Paraethomys sp. y Trilophomys cf. vanderweerdi, dos proboscídeos (Anancus arvernensis y Mamut borsoni), dos bóvidos uno de gran talla (Alephis sp. y otro de talla media que se encuentra en fase de estudio), un rinocerótido (Stephanorhinus sp. cf. S. jeanvireti), y un équido (Hipparion sp.). El registro se completa con bastantes fragmentos de placa de tortuga, uno de ellos de gran tamaño. Hay que destacar que hasta el momento no se han encontrado restos de carnívoros.
Los datos obtenidos en estos primeros trabajos permiten concluir que la nueva localidad de Baza-1 es de gran importancia, ya que cronológicamente se sitúa muy próxima a 4 Ma (Rusciniense), periodo con muy poco registro en el continente europeo. Otro dato muy interesante es la coexistencia de dos especies de mastodontes Anancus arvernensis y Mamut borsoni, ya que son muy escasos los yacimientos en los que se encuentran asociados estos dos grandes megaherbívoros, siendo éste el primer registro en la Península Ibérica.