Los incendios forestales, en íntima relación con la gestión histórica del territorio, son un agente
modelador del paisaje de la montaña mediterránea desde hace varios miles de años. El resultado ha sido un paisaje a
veces fragmentado en teselas, a veces ocupado por manchas de formaciones vegetales muy diferentes a las originarias,
de una calidad visual intrínseca. En relación con este concepto, cabe destacar la fragilidad visual del paisaje, definida
como la susceptibilidad de una paisaje al cambio cuando se desarrolla un uso sobre él. Esta propiedad del paisaje
expresa el grado de deterioro del mismo ante la incidencia de determinadas actuaciones. Si consideramos un incendio
forestal un tipo de actuación llevada a cabo en el territorio, este fenómeno que puede tener un gran impacto territorial
supone un cambio dramático en el paisaje. Un término opuesto que permite evaluar indirectamente la fragilidad visual
es la capacidad de absorción visual o capacidad del paisaje para acoger modificaciones que produzcan variaciones en su
carácter visual.
En este trabajo, se realiza una breve actualización de los estudios sobre los efectos de los incendios forestales en la
configuración actual del paisaje de la montaña mediterránea. Asimismo, se presenta un caso de estudio sobre las
consecuencias paisajísticas de un incendio forestal en un área de montaña en la provincia de Málaga; concretamente, la
zona de estudio se localiza en el municipio de Cómpeta.