Las ciudades más grandes del mundo están ya la mayoría de ellas en países en vías de desarrollo, y al menos en el 70% de estas los ciudadanos viven en condiciones muy precarias, es decir por debajo de lo que se podría considerar los estándares mininos de un habitad digno. En una situación como esta, ¿merece la pena intervenir? o ¿ realmente la ciudad es como sostiene algunos autores un organismo vivo que se autorregula, y del cual os arquitectos somos como un sismógrafo que solo podemos detectar y tomar nota de los cambios que se producen?.
En ASF creemos que hoy más que nuca es necesario realizar acciones para la mejora del habitat, pero el arquitecto debe aprender a trabajar acompañando procesos de construcción de ciudad ya iniciados por los usuarios teniendo en cuenta sus necesidades reales, sus verdaderas aspiraciones y sus capacidades.
En esta ponencia se pretende apuntar mediante la explicación de ejemplos prácticos realizados una metodología para la intervención en la mejora del habitat, de acuerdo a estos principios.