Taltibio, el heraldo de los aqueos, encarna, en Hécuba y Troyanas de Eurípides, el papel convencional del 'heraldo'. Sin embargo, la identidad que Eurípides le confiere no se establece con claridad o uniformidad; Taltibio puede transformarse en un simple criado, un hombre modesto y subordinado a voluntades más poderosas, con quién establece un paralelo; puede ser una persona mayor y aprovechar de la vejez una especial ponderación; o puede ser, al contrario, el frío ejecutor de decisiones impías; o el portador de noticias, confundiéndose con el mensajero. Sobre todas estas posibilidades de lectura, hay un aspecto que merece subrayarse: Taltibio es, en Eurípides, mucho mas que un personaje tipo: es un verdadero personaje, con cuerpo y consistencia humana.
(autorizo la inclusión del resumen en el RIUMA)