Parto desde una actividad artística previa, la práctica del grafiti, en la que a través de la pintura me he apropiado del entorno urbano durante una amplia fase, surgiendo así una grata relación personal con esos espacios encontrados: fábricas en desuso, viejas naves industriales, urbanizaciones inacabadas, edificios derruidos o sucias casas abandonadas. Le otorgo gran importancia a estos lugares marginales en los que me siento como en mi propia casa, libre para experimentar, ajeno a la sistematización establecida para el uso de los
territorios urbanos.