El cerebro humano es probablemente el órgano de mayor complejidad que se conoce. Por ello, su reparación es el reto más complicado y apasionante al que se enfrenta la Medicina Regenerativa. Las aproximaciones terapéuticas basadas en células han emergido con fuerza en las últimas décadas y suponen una gran esperanza. No obstante, para aplicarlas con éxito al sistema nervioso se requiere de una fuente adecuada de células madre que puedan mediar una mejora, ya sea mediante mecanismos de reemplazo celular, o por secreción de factores tróficos.