Los Horóscopos para la fundación de ciudades, como el de Constantinopla, cuentan con una larga tradición esencialmente literaria (Roma, Alejandría, Seleucia del Tigris), pero también técnica (Antioquía, Gaza, Cesarea, Neápolis, Bagdad, El Cairo). Se trata de horóscopos ficticios, probablemente todos ellos, en los que se observan con cierto rigor las prescripciones de los astrólogos concernientes a la fundación de ciudades (tema sobre el que nos hemos ocupado en MHNH, 4 (2004) 173-196) y, en algunos casos, se tienen en cuenta las circunstancias culturales, políticas, económicas, militares y el destino final de esas ciudades (cuando el horóscopo se levanta a posteriori). En el caso de Constantinopla, teniendo en cuenta las valiosas aportaciones de Preger (1901) y, sobre todo, de Pingree (1977) que estudian diversas cuestiones de carácter paleográfico y cronológico concernientes a los distintos horóscopos que conservados a propósito de su fundación, nosotros evaluaremos la adecuación de las posiciones zodiacales y planetarias a las instrucciones dadas por los tratados astrológicos en relación con la carta astral más favorable para tal propósito.
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