Cada vez son más los casos en donde una persona muere durante el forcejeo que mantiene con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado durante el proceso de detención. Esto supone un gran reto profesional para el médico forense que realiza la autopsia. En muchas ocasiones, los resultados obtenidos tras la autopsia no son entendidos por la sociedad, familiares del fallecido ni correctamente divulgados por los medios de comunicación, pareciendo que dicha muerte queda en un limbo judicial.
Estas muertes, generalmente son consecuencia del síndrome de delirium agitado. Este síndrome no es bien conocido en nuestro país por parte de médicos ni por cuerpos de seguridad. Se engloban dentro de las muertes en privación de libertad o death in custody. En su producción intervienen factores como la patología previa del paciente, consumo de drogas, especialmente cocaína, y la forma de llevar a cabo el proceso de inmovilización del detenido.