Las situaciones de vulnerabilidad social y en riesgo de exclusión que afectan a adolescentes y jóvenes más allá de la atención a necesidades puntuales, demandan un planteamiento global y de trabajo en red por parte de aquellas instituciones públicas y entidades del tercer sector (ONGs, Asociaciones, Fundaciones sin ánimo de lucro...), que considere la multifactorialidad que caracteriza las situaciones de exclusión social. No es posible romper el círculo estructural de la exclusión social sin pensar propuestas conjuntas y globales que incidan de un modo integral sobre los menores y sus familias.