Objetivo: Evaluar la eficacia del ejercicio terapéutico (ET) en la mejora de los síntomas en pacientes con trastornos témporo-mandibulares (TTM); Analizar la eficacia del ET en cada patología específica englobada en los TTM.
Material y métodos: La selección de las palabras claves se llevó a cabo usando el método PICOS y los “Medical Subjects Headings Terms” (MeSH), usados cuando fue posible. Para las búsquedas se consultaron las siguientes bases de datos: MEDLINE, SCOPUS y Web of Science. Estudios experimentales (ensayos aleatorios controlados y ensayos clínicos) que evaluaran la efectividad del ET en el tratamiento de pacientes con TTM fueron incluidos. Finalmente, 27 artículos publicados desde 1988 a 2016 fueron obtenidos para su análisis.
Resultados: La relación entre el ET y todas las variables asociadas a los TTM fue leve-moderada. Pacientes sometidos a un programa de ET mejoraron sus niveles de dolor, discapacidad y estrés emocional pero no hubo diferencias significativas con respecto a otras terapias. Si diferenciamos el tipo de TTM, en el desplazamiento del disco articular con reducción, el ET consigue una mejora del dolor, apertura bucal, movimiento lateral y velocidad de apertura/cierre bucal. En cuanto al ET aplicado al desplazamiento del disco articular sin reducción, resultados mostraron mejora significativa en reducción del dolor, discapacidad y aumento de la apertura bucal. El ET en las disfunciones miofasciales se muestra efectivo en reducción del dolor y mejora de la apertura bucal, aunque tanto el ejercicio como las técnicas de oclusión convencional fueron paliativas. Se evaluaron los movimientos de los cóndilos en mujeres con bloqueo total en la apertura bucal, y tras el ejercicio, estas mejoraron apertura y movimiento bucal. En TTM no específicos, el ET no muestra mejores resultados que terapia manual o la terapia cognitivo-conductual.
Discusión: En la mayoría de los estudios, el ET formaba parte de un programa de rehabilitación multidisciplinar, por lo que no pudieron establecerse recomendaciones sobre el protocolo de ejercicio más adecuado.
Por otro lado, al no existir un consenso que establezca un diagnóstico específico sobre los TTM, los criterios de inclusión fueron muy heterogéneos, lo cual supone una gran limitación para comparar y recomendar una intervención sobre otra.
Además, es importante entender que sujetos con TTM agudos y/o crónicos presentan factores biopsicosociales que producen una sensación de dolor única y específica de cada individuo. Acompañar el ET de terapias como la educación en la neurociencia del dolor podría ser la estrategia de tratamiento más efectiva para mejorar el pronóstico a corto y largo plazo de estos trastornos.
Conclusiones: A pesar de la dificultad para establecer un diagnóstico preciso sobre los TTM y sobre la influencia del ET por sí solo, esta revisión propone llevar a cabo estudios que analicen exclusivamente la efectividad del ET en los TTM y estudios que incorporen la educación de la neurociencia del dolor junto a esos programas de ejercicio. Dicha combinación podría suponer nuevas estrategias de tratamiento para mejorar el pronóstico de los desórdenes témporo-mandibulares.