Los esfuerzos pioneros de particulares por aclimatar en Málaga plantas exóticas en las últimas décadas del siglo XVIII fueron apoyados por el Real Jardín Botánico de Madrid y llevados a cabo por ilustrados como José García Sevilla, los hermanos Pedro y José Ortega Monroy, y José de Gálvez. Esas variadas experiencias coincidieron con el auge en el interés por las plantas medicinales autóctonas, la realización de inventarios en los bosques con especies maderables y la creación del jardín botánico del
Ejército anejo a la Real Botica de la ciudad, ambos comprometidos con el suministro de medicamentos a las guarniciones militares nacionales en el norte de África