El trastorno de personalidad límite (TPL) es una alteración de la personalidad
considerada de las más graves. Se caracteriza por presentar síntomas muy heterogéneos
y diversos, aunque los que suelen predominar en el cuadro clínico son la impulsividad,
la falta de regulación emocional e inestabilidad en las relaciones interpersonales. A ello
se le suma la alta comorbilidad que presenta con otras alteraciones psicológicas. Algunos
de estos síntomas son potencialmente dañinos para el paciente, ya que realizan actos
autolíticos o parasuicidas, así como presentan alta impulsividad en ciertas conductas
como son el sexo o las drogas que pueden llevar a poner en riesgo su vida. Su curso no
es estable, a pesar de tratarse de un trastorno de personalidad. La etiología no está clara,
pero todo apunta a una interacción entre factores biológicos y acontecimientos vitales
estresantes, sobre todo en la infancia. En este escrito, presentamos datos sobre los factores
neurobiológicos del TPL recogidos en la bibliografía. A pesar de los escasos estudios
existentes, los autores determinan la existencia de una red frontolímbica disfuncional,
en la que la corteza prefrontal y la amígdala juegan un papel muy importante en la
expresión de los síntomas.