Gran parte de los esfuerzos dedicados al desarrollo de las llamadas ciudades inteligentes se centran en el campo del Internet of Things (IoT). Las instituciones ofrecen habitualmente la información recolectada mediante IoT en forma de datos abiertos y estadísticas, a partir de las cuales se pueden realizar análisis y obtener conclusiones que ayuden a mejorar la gestión de las ciudades, haciéndolas más eficientes y habitables. No obstante, sin el concurso de los ciudadanos en la generación y recogida de información, no es posible ofrecer una imagen completa de las ciudades. El análisis de la información recopilada no tendrá en cuenta el contexto de las personas, ni podrá adaptarse a las necesidades de las mismas. Para resolver este problema, proponemos el uso de un nuevo modelo capaz de convivir con el de IoT actual y que cubra estas necesidades respecto a los ciudadanos. Se trata de Internet of People (IoP), un modelo de computación social y móvil que permite recopilar información a partir de los smartphones y del uso que hacen de ellos sus propietarios. Mediante un motor de inferencia, dicha información se transforma en conocimiento de los hábitos del usuario del teléfono, conocimiento
que puede ser ofrecido a su vez como un servicio. La combinación de los datos recogidos por ambas partes, IoT e IoP, procurará realmente el adjetivo inteligente a la ciudad, permitiendo que los servicios que el IoT ofrece puedan adaptarse a cada persona, y convirtiendo a estas últimas en el objetivo central de la ciudad inteligente.