Los cambios y las pérdidas son un hecho inherente al desarrollo de cualquier persona a lo largo de su vida y por lo tanto, no debemos evadirlo, negarlo o dejarle de dar importancia. Para todos los profesionales de la salud, que participamos en mayor o menor grado en la atención de las personas, es necesario que tengamos unas buenas habilidades para valorar las necesidades y dar apoyo a los usuarios/familias en cualquier de los procesos de pérdida.
Todos hemos vivido a largo de nuestra vida cambios o alguna pérdida más o menos cercana, con más o menos intensidad. ¿Como ha sido nuestra reacción?, ¿Qué hemos hecho?, ¿Cuál es nuestra actitud?, ¿Como las afrontamos?, ¿Qué podemos hacer como terapeutas?.
El objetivo es identificar cuáles son las fases de un proceso normal y saludable del duelo, y qué recursos podemos proporcionar a la persona para gestionar o facilitar este proceso, como terapeutas ocupacionales.