Actualmente las mujeres pueden acceder con los mismos derechos que los hombres a la Universidad. Sin embargo, no siempre fue así. Desde la creación de la primera universidad española hasta la oficialización de la entrada de la mujer en la Educación Superior, pasaron casi 700 años. En España esa pequeña “revolución” fue iniciada por Concepción Arenal, que llegó a introducirse en la Facultad de Derecho madrileña y luchó, junto con otras pioneras por el derecho de las mujeres a la educación. Sin ellas es difícil imaginar que en 1910 la mujer pudiera acceder, ya de forma oficial a la Enseñanza Secundaria y la Superior.
Cuando en 1972 la Universidad de Málaga abrió sus puertas, la mujer empezaba a introducirse poco a poco en las aulas universitarias, ya que la dictadura y una mentalidad todavía conservadora en buena parte, había impedido que la mujer se asentara en el ámbito universitario. En este sentido, aunque empezó con una escasa proporción femenina en las aulas, en la década de los 80´, la mujer pasó a ser mayoría en muchas carreras. La mayor diversificación de la oferta, el crecimiento económico del país y sobre todo la apertura en la mentalidad social produjeron el cambio. Los 90´verían ya en Málaga la consolidación de todo lo apuntado, con un rasgo extra, la proporción de mujeres egresadas era mayor que en el resto de España, estando ya presentes en mayoría y en número cada vez más creciente, no solo en las diplomaturas, sino también en la mayor parte de las licenciaturas. Desde los 90´ hasta ahora este crecimiento no ha parado ni se ha estancado pero… ¿Está todo hecho ya?