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dc.contributor.advisorMuñoz-Blázquez, Francisco Javier 
dc.contributor.authorGil Cuenca, Azahara
dc.contributor.otherArte y Arquitecturaes_ES
dc.date.accessioned2017-05-24T07:39:05Z
dc.date.available2017-05-24T07:39:05Z
dc.date.issued2017-05-24
dc.identifier.urihttp://hdl.handle.net/10630/13725
dc.description.abstractVERSION EN ESPAÑOL (ENGLISH VERSION ATTACHED) La regeneración urbana se entiende como respuesta a las oportunidades que posee el lugar y a los retos provocados por un deterioro urbano en un área específica y en un momento determinado. Por ello, ante la situación de aislamiento y desconfiguración en la que se encuentra el barrio de San Felipe Neri (originariamente arrabal artesanal de Fontanalla), se propone su revitalización mediante la recuperación y puesta en uso de su esencia, su identidad: la ARTESANÍA, para, de este modo, consolidar Fontanalla como nuevo polo de conocimiento artesanal e introducirlo dentro de la oferta turística de la ciudad, favoreciendo así el desarrollo social del sector. Teniendo como base para el funcionamiento urbano del barrio el modelo perteneciente a la época barroca, se propone la recuperación de las líneas transversales que articulaban el barrio en aquel momento como ejes revitalizadores actuales, favoreciendo la conexión Norte-Sur, y estableciendo una tensión programática Este- Oeste. Debido a la gran cantidad de vacíos, la regeneración del barrio se plantea como un proceso de consolidación a largo plazo a través de tres líneas cronológicas de regeneración (abarcando aspectos arquitectónicos, patrimoniales, sociales y culturales) asociadas a cada uno de los ejes propuestos, marcando como objetivo el año 2025 bajo el nombre Fontanalla’25: Eje 1. Descubre Fontanalla. Re-conectar turísticamente y hacer accesible Fontanalla Eje 2. Vive (en) Fontanalla. Re-vitalizar sistemas sociales. Puesta en valor de lo existente Eje 3. Aprende en Fontanalla. Re-activar sistema productivo La revitalización se inicia en el eje Descubre Fontanalla, el cual, a través de los restos arqueológicos presentes, va a servir como reclamo para atraer al sector turístico y ponerlo en contacto con los artesanos. El resto de solares, a la espera de revitalización, se abren al público, participando de la regeneración que se esté produciendo en el eje 1 a través de elementos dinamizadores de espacio público. Estos “tinglados” efímeros e itinerantes se conciben como “sucursales” del uso principal, albergando talleres temporales y llenando de vida el barrio en su conjunto desde el primer momento. Así, se utilizan los espacios abandonados como espacios de oportunidad, manteniendo una importante relación con el olvido como estrategia, o al menos provocando la construcción de un recuerdo inmediato que alivie la memoria doliente que ha supuesto la demolición y el abandono de los últimos años, generando para ello un elemento reconocible y propio en el barrio a la espera de su consolidación. Es una reconstrucción anímica, proponiendo la invasión del barrio por parte de personas, como sucede “cuando la nieve cae sobre las ciudades” Aldo Van Eyck Para iniciar la revitalización del barrio se propone una intervención ejemplar en dos de los solares del eje 1, en la que: recuperar el germen artesanal, entender las preexistencias como reclamo para unir turistas y artesanos y establecer una relación programática con el Museo del Vidrio y del Cristal y el Centro Pza Montaño. Aspectos programáticos y conceptuales ¿Qué mejor que recuperar como modelo programático algo que es intrínseco a Fontanalla desde su nacimiento como arrabal musulmán? De este modo, se establece como programa del proyecto un Laboratorio de Artesanos asociado a un Centro de Interpretación de la Artesanía Medieval, en el que explicar y poner en contacto a todos los interesados con la riqueza arqueológica y la tradición de un barrio tan olvidado en los últimos años. La intervención se concibe como lugar de cruce y encuentro de turistas, artesanos, artistas…sin jerarquías espaciales evidentes, es un espacio común donde poder exponer e intercambiar ideas, ver el modo de trabajo, acceder a exposiciones, visitar la cafetería, entrar en la mediateca, descubrir las preexistencias, o quizá asomarse a Málaga: multitud de posibilidades. Todo es posible sin, por ello, tener que subdividir los espacios. Por eso, el edificio se entiende como un ente abierto, no con una estructura rígida y definida, sino como algo susceptible de lo que se vaya a realizar, pudiéndose adaptar a la especialización o a la diafanidad. No hay separación por oficios, es un modelo de trabajo en conjunto, autodidacta. El proyecto se compone de un pasaje abierto al público que te traslada al “Érase una Vez”, al origen del barrio, para visitar sus preexistencias, conocer su historia y el oficio de artesano. De esta forma, y con la intención de favorecer la llegada de actividad hacia calle Chinchilla, se contempla la conexión directa de esta calle con Dos Aceras a través del pasaje longitudinal. Esta linealidad, a su vez, es fragmentada espacialmente con diversos ejes transversales que introducen patios abiertos al pasaje. Así, se aportan aperturas espaciales puntuales a esta estrechez propia de la trama musulmana y tan característica del centro de Málaga. El hecho de articular el espacio teniendo el patio como elemento estructurador va a permitir crear diferentes secuencias, tiempos, perspectivas…, lo cual pone de manifiesto que el recorrido en el proceso de descubrir el proyecto no es monótono, sino que está lleno de vida y de carácter. El visitante se halla expuesto a la sorpresa, al detalle, a la novedad. Al llegar a calle Chinchilla, esta se concibe como la verdadera protagonista, tanto por ese juego de pequeños espacios adaptados a la escala del artesano, los cuales, a su vez, dotan de importancia a las preexistencias, como por la recuperación del concepto barroco de focalización visual hacia la iglesia de San Felipe Neri, la cual vuelve a explicarse con el contexto urbano al constituirse como verdadero elemento vertical frente a la horizontalidad del proyecto. La volumetría del proyecto encuentra su razón de ser en su diferente respuesta frente al entorno urbano en el que se inserta. El entender un primer volumen como un elemento materialmente uniforme con aberturas muy controladas viene del hecho de reinterpretar el concepto de adarve y de construcción árabe, caracterizada por la homogeneidad de las fachadas, blancas y opacas, y la mínima presencia de huecos. No se renuncia a la estrechez, siendo contrarrestada potenciando su luminosidad. Para restituir los frentes de calle Chinchilla y poner en valor su patrimonio arqueológico se juega con la riqueza material y los detalles a través de veladuras, transparencias, perforaciones…, ese “ver y no ser visto” tan característico en estos enclaves. Así, se permite intuir lo que en su interior ocurre, contribuyendo al efecto de intriga, de sorpresa, de DESCUBRIR FONTANALLA, y volcando su protagonismo hacia lo existente: los restos arqueológicos, y hacia su esencia: la artesanía. Ya que NO HAY MEJOR FORMA DE REHABILITAR QUE PONER EN USO LO YA EXISTENTE EN EL LUGARes_ES
dc.language.isospaes_ES
dc.rightsinfo:eu-repo/semantics/openAccesses_ES
dc.subjectArquitectura - Proyectos Fin de Carreraes_ES
dc.subjectLicenciatura en Arquitectura - Proyectos Fin de Carreraes_ES
dc.subject.otherRegeneracion Urbanaes_ES
dc.subject.otherBarrioes_ES
dc.subject.otherLaboratorio de artesanoses_ES
dc.subject.otherCentro de interpretaciónes_ES
dc.titleÉrase una vez... Fontanalla.es_ES
dc.typeinfo:eu-repo/semantics/bachelorThesises_ES
dc.centroE.T.S. de Arquitecturaes_ES
dc.cclicenseby-nc-ndes_ES


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