La investigación analiza el Plan General de Ordenación Urbana de Málaga de 1983, bajo la luz de los 35 años transcurridos desde su inicio.
Este documento perteneció a la primera generación de planes generales de la Democracia española y supuso un hito para la cultura urbanística de su época, siendo reconocido con el Premio Nacional de Urbanismo en 1985.
La bibliografía ha incluido, además de la propia de la disciplina urbanística, bibliografía social, económica y filosófica. El análisis ha considerado el Plan como parte de un dispositivo, en el sentido de Michael Foucault, con el objetivo de evidenciar las relaciones de poder y las formas de subjetivación en torno a la acción de producción de ciudad. Las fuentes consultadas han incluido diversos documentos contemporáneos al Plan, así como la prensa local y la legislación urbanística contemporánea.
El Plan ha sido confrontado con otros Planes Generales de los 80, y con los planes precedentes y posteriores aprobados en Málaga, introduciendo así tres tiempos históricos: el anterior a los años 80 y cuyo resultado causó la problemática que el Plan de 1983 debió resolver, el correspondiente a la redacción del Plan, y el posterior, desde el que es posible realizar una valoración crítica del mismo.
Málaga llega a la década de los 80 con un grave problema de descomposición de sus piezas urbanas producido por el crecimiento de las décadas anteriores, desconexión y falta de estructura viaria, indefinición del espacio público y una carencia generalizada de equipamientos en el suelo urbano, además de la pérdida de los valores urbanos del centro histórico.
Como respuesta a estos problemas, el PGOU-83 definió un modelo de ciudad basado en la recuperación de la estructura básica de la ciudad y en la culminación de un viario medio que permitiera la conexión de sus fragmentos. La localización y definición de los equipamientos y las áreas libres tenían la intención de dotar a los barrios de nuevas centralidades, y de inducir a la ordenación de áreas más amplias. El dibujo fue la herramienta que permitió fusionar ordenación y gestión urbanística, haciendo de ambos las dos caras de una misma moneda.
Lo que el Plan General de Málaga de 1983 aportó, en un contexto de convulsión política, económica y social, fue reconocer adecuadamente los problemas de su tiempo histórico y de su contexto territorial, y llevarlos al ámbito de la planificación urbanística. Conceptos como el derecho a la ciudad, la forma urbana, el valor cultural o la participación ciudadana, no habían sido nunca tratados a nivel de planificación urbana.
El PGOU-83 de Málaga, es el resultado de su contexto histórico, de las decisiones y de las elecciones de sus protagonistas. Se redactó bajo unas condiciones sociales, políticas, económicas, culturales e ideológicas que lo convirtieron en un referente urbanístico, pero también en el primer Plan de Málaga de las propuestas ejecutadas.