Desde mediados del S. XIX el estado persuadió al maestro y utilizó la escuela para alcanzar determinados objetivos sociales, recompensando y premiando su actitud y colaboración. El estado incentivó determinadas tareas realizadas y consiguió que los maestros asumieran más actividades que las meramente instructivas y administrativas –que ya desempeñaban– esperando lograr con esta colaboración otros objetivos sociales como la mejora de la salud infantil, el incremento de la alfabetización, la inculcación de la previsión y el ahorro, etc. La participación voluntaria de los maestros en esas actividades, que se iniciaban en el escenario escolar y transcendían a otros espacios sociales, fue reconocida con recompensas, generalmente no pecuniarias, que ayudaron a la promoción profesional del magisterio.
La vigilancia y el control que han ejercido varios organismos sobre el comportamiento y la actuación del magisterio suelen pasar desapercibidas por no haber tenido carácter punitivo sino que han incentivado y reforzado positivamente la actuación individual del maestro. Las tareas desarrolladas normalmente fuera del horario escolar pero dentro de la escuela o en torno a ella fueron variadas, pidiendo al magisterio que mejorase las vergonzosas cifras de analfabetismo con clases para adultos en el aula, en escuelas dominicales o en campañas especiales; que fomentase el ahorro y la previsión en la infancia creando y manteniendo mutualidades escolares; que protegiese y atendiese las necesidades básicas de los menores con la puesta en marcha de cantinas, roperos o colonias escolares; que impulsase la afición a la lectura para adquirir conocimientos e inculcar determinados valores instalando y atendiendo bibliotecas en las escuelas;…
Estos mecanismos de control, que se tradujeron en sanciones positivas de la conducta del maestro, han desvirtuando, en cierta medida, la profesionalización del magisterio, por plantear una política más interesada en exigirle colaborar en el logro de otras finalidades, que en fomentar y facilitar su formación pedagógica.