En esta aportación, en realidad voy a darle un enfoque distinto al papel que el Estado y la Iglesia han jugado como agentes de control del profesorado en su formación y selección, y voy a tratar de acercarme en sentido inverso: como son las profesoras e inspectoras las que comienzan un proceso de emancipación del control religioso, y como lo hacen asumiendo parte de su ideario o rechazándolo.
Para ello voy a revisar en voz alta algunas ideas sobre lo que, entiendo, ha sido una relación posible y compleja entre los feminismos del primer tercio de siglo en España, las normalistas, inspectoras y educadoras y la defensa de sus principios morales y/o religiosos reformistas.