El cine en España ha adaptado en cuatro ocasiones El Alcalde de Zalamea de Pedro Calderón de la Barca . La primera, en 1914, es de Adrià Gual y Juan Solà Mestres y corresponde al cine mudo. La segunda es de José Gutiérrez Maesso en 1954 con la pretensión de ser fiel al texto del autor e incorporar elementos propios del lenguaje cinematográfico. La tercera, de Federico Ruiz en 1968, fue realizada en la época dorada del teatro televisivo, en este caso dentro del espacio Teatro de siempre. La cuarta, y última hasta ahora, con tituló La leyenda del alcalde de Zalamea, fue realizada por Mario Camus en 1973. Esta tiene la peculiaridad de que se unieron el texto de Calderón y el que entonces se atribuía a Lope de Vega –ahora a Andrés de Claramonte– en uno solo.
Son cuatro obras que partiendo del mismo texto lo atraviesan de diferente manera, bien por la época en la que se hizo, bien por el formato seleccionado o por la interpretación que los directores cinematográficos hicieron del texto de Calderón. En su conjunto nos van a servir para comprobar el comportamiento de las adaptaciones del texto dramático al cine.