Puesta en valor del núcleo costero de La Araña

Abstract

Puesta en Valor del núcleo costero de La Araña Esta propuesta sigue dos líneas de trabajo. La primera de ellas surge de mis propias inquietudes personales. Pone en relación la decadencia de las herramientas urbanísticas de nuestro tiempo, causada por su rigidez conceptual y formal, observada no solo por la opinión de un especialista en la materia, si no, por el propio ciudadano de a pie y, en contraposición, el súper desarrollo de unas herramientas flexibles ajustables a las necesidades del usuario como son las nuevas tecnologías, que en poco tiempo han conseguido introducirse en la cotidianidad con una gran facilidad y que además han cambiado y cambian los hábitos del ciudadano, la concepción del trabajo en muchos ámbitos, la cultura y, por supuesto, la manera en que se usan las ciudades. El urbanismo de nuestro tiempo diseña ciudades totalmente acabadas, hasta el mínimo detalle, prevé usos, intuye necesidades, supone como se desarrollaran y como serán usados los espacios en la ciudad y propone soluciones permanentes en el tiempo. Pero ¿y si finalmente no se cumple lo esperado? ¿Y si una propuesta se queda a medio terminar? ¿Era realmente necesaria? De esta forma es fácil encontrar en el paisaje urbano o más bien semi-urbano, esqueletos de edificios no terminados, grandes extensiones llenas de carreteras serpenteantes que no llevan a ninguna parte o montañas totalmente destruidas para, finalmente, nada. Esta propuesta busca la definición de un urbanismo que funcione como una herramienta de diseño fácil de usar, comprensible por cualquier tipo de usuario, que sea capaz de adaptarse a la fluctuación de necesidades a lo largo del tiempo, que canalice las acciones, necesidades y deseos del ciudadano como motor de diseño y mejora de la propia ciudad, que aproveche los recursos existentes evitando situaciones de obsolescencia en zonas incluso antes de haberse llegado a habitar. En definitiva crear un nuevo concepto en el que el urbanismo se convierta en una herramienta que haga de la ciudad una plataforma a partir de la cual las distintas aportaciones de los usuarios de la ciudad vayan cargándola de contenido. Esta aportación ciudadana no se entiende unicamente como la de una idea concreta sobre qué hacer aquí o allá, se enfoca a que haga lo que se haga, esa arquitectura construida tenga una cualidades materiales tal que en sí misma sea capaz de transformar y mejorar la esencia, lo valores, la identidad de un lugar. Estos valores de lugar son pues la materia prima con la que este urbanismo trabajará, serán el objeto a moldear, intensificar o disminuir. Estos valores del lugar son esos rasgos propios que le dan identidad a la Araña. Se entiende que la puesta en valor de un lugar pasa en primer lugar por conseguir que estos valores tengan la suficiente intensidad como para que sean percibidos por los ciudadanos. Si no existe una conciencia sobre ellos será como si verdaderamente no existieran, el lugar quedaría desvalorizado y olvidado, de manera que finalmente el tiempo y un crecimiento de la ciudad ignorante acabaría haciéndolos desaparecer totalmente. De esta forma la tranquilidad, la naturaleza, la polución y la geomorfología serán los valores/parámetros que describirán todas las futuras acciones sobre la Araña y su entorno. Escoger los valores del lugar como las herramientas de diseño implicará un respeto y una sensibilidad de base que encaminara todo lo que se lleve a cabo hacia la conservación e intensificación de los mismos. Conclusión Este nuevo urbanismo no dice “lo que hay que hacer”, si no, como hacerlo. El contenido lo pone el usuario, el ente que tiene la “necesidad de…”. Estas herramientas urbanísticas gestionan la formalización de la respuesta a esa necesidad. No se trata de hacer una previsión de lo que puede hacer falta en un futuro, si no, una respuesta inmediata al presente. Esta gestión está basada en un necesario equilibrio entre la ciudad y la naturaleza, así como en una serie de valores que definen la identidad de un lugar. Por tanto, son producto de estas herramientas/gestión la convivencia entre la naturaleza, la ciudad y los ciudadanos.