La génesis del proyecto es la búsqueda de solución a dos problemas; uno a nivel urbano, y otro a escala social. Solución en
singular, porque se aboga por una arquitectura global, que no resuelva individual y parcialmente los problemas, sino que sea
capaz de conjugar soluciones mejorando así la ciudad y la vida de las personas.
Abordamos el proyecto desde tres principios/objetivos inamovibles:
(1) Necesidad de un Cambio de paradigma en el rol del anciano (SIBUT).
Resulta imprescindible cambiar la percepción actual de la tercera edad. Con este fin, el proyecto revisa los orígenes de las
primeras civilizaciones y es en Mesopotamia, donde la polisemia del término SIBUT (acadio), nos recuerda la importancia
extinta del “anciano” como sabio, testigo y hacedor. [SIBUT ALI SIBUTUMA = LOS ANCIANOS DE LA CIUDAD SON LOS
TESTIGOS”].
Integrar al SIBUT en la red social activa, es una decisión que nos reporta dos bondades principales:
(1) Mejora el proceso de senectud. Se afronta el otoño desde una perspectiva positiva, en la que el SIBUT se siente
parte de lo que le rodea. La transmisión de su experiencia vital y la posibilidad de materializar sus ideas, aleja del
individuo la sombra de la depresión o el sentimiento de “ser una carga”.
(2) Mejora la ciudad ( ALU).Ciudad entendida como conjunto, humano y arquitectónico. El tiempo es vida, y la vida,
uso. Los SIBUT han “usado” la ciudad, la han recorrido, examinado, sufrido, y disfrutado. Sus experiencias, sus
“anécdotas de mecedora”, son, a menudo, una fuente inagotable de ideas y recursos que pueden ser trasladados a
muchos ámbitos de la ciudad. Como decía Karl Rahner; “el anciano debe ser puente entre la generaciones. No
debe aislarse de la sociedad, debe aportar su experiencia”.
(2) Reinterpretación del proceso de senectud y su forma de vida. (KIRU -EKALLU)
Envejecer es un proceso dinámico, no ocurre de forma inmediata. Debemos asociar este nuevo proceso a un cambio positivo
en nuestro estilo de vida, que no venga impuesto ni suponga un trauma, sino que sea una decisión tomada desde la ilusión y
una óptica realista de las limitaciones propias. Envejecer es una experiencia personal, pero no implica que deba hacerse de
forma “solitaria”. Todo lo contrario.
La organización social que se plantea propone un concepto de vivienda compartida, una reunión de habitaciones
autosuficientes que vuelcan a un espacio común en el que “sucede todo”( EKALLU), a modo del “hall” de Baillie Scott, o las
habitaciones como ámbitos fuera de la pieza, como en el caso de la Casa Khuner de Adolf Loos. Mediante este método de
agrupación se favorece la eliminación de depresión por soledad o sentimiento de carga, el SIBUT siempre está inserto en una
red donde se le presta ayuda de “tú a tú”, no hay “cuidadores y vencidos”. Se fomenta la cooperación y la ayuda. Compartir.
Paralelamente, y volviendo a la referencias mesopotámicas, Los Jardines Colgante de Babilonia son una metáfora del paraíso,
un espacio hedonista, sensual, un lugar solar de disfrute, donde encuentran descanso el cuerpo y el alma. En un
emplazamiento como éste es vital la creación de un espacio “oasis”, “paraíso”, que sea capaz de generar esa belleza que
repercute y queda intacta en el alma. Mediante el KIRU (jardín), de tonalidades similares para fomentar el sosiego, a base de
almendros, cerezos, magnolios, jazmines, etc, y hojas esencialmente caducas que reflejen el paso del tiempo y propicie las
ganas de seguir completando ciclos, se consigue un ámbito sensorial inesperado en la zona y que, junto con la arquitectura
del Ekallu, hace sentir el SIBUT flotar en el jardín. Vivir/compartir/convivir en la copa de los árboles, sobre el Kiru.
(3) Regeneración del ámbito urbano. Desintegrar el límite de la muralla musulmana (ALU)
Existe una gran oportunidad de revitalizar y activar la trama urbana a extramuros mediante la creación de un foco urbano que
unifique lo que en el proyecto denominamos “la ciudad turística (intramuros) y la ciudad olvidada (extramuros)”. Insertar la zona
en la red de plazas del casco histórico, y utilizarla de rótula y punto de partida para el inicio de la regeneración del centro
pasada C/Carretería.
Surge prácticamente de inmediato al hablar de ello, la relación entre SIBUT y ALU, entendiendo que ese otro ámbito, más
urbano, más transitado y plural, debe estar también ligado al SIBUT, no sólo espacialmente, sino que él sea “hacedor” y
activador del mismo (1). De este modo se utiliza lo que coloquialmente se denomina “La Nave”, para ubicar un centro de día
(UMANA ADAPA) con instalaciones de hidroterapia, que en planta baja funcionará como plaza de eje central, en el que a
modo de peine se vuelca un programa estrechamente ligado con la participación del SIBUT; salas de exposición sobre el ALU,
talleres generacionales de niños y mayores, áreas de conferencias, etc. El programa no sólo consigue activar la zona, si no
que convierte al SIBUT en parte importante y activa de esa regeneración.
KIRU y ALU, con sus respectivos lenguajes, quedan divididos por un filtro, ALAKTU, un recorrido, un camino, que flota entre los
dos mundos, el onírico/sensitivo, y el urbano. La envolvente del ALAKTU, llevada a cabo mediante cuerdas y vegetación,
potencia la idea de filtro blando, exterior, en el que quedas suspendido entre jardín y plaza, y su a vez funciona de patio (
KISALLU)- corredor, que conecta todos los EKALLUS, siendo un espacio del que los usuarios se apropiarán a modo de calle
mediterránea y servirá de trabazón a toda la vida social comunitaria que se plantea en el proyecto.
Constructivamente, se mantiene un diálogo de opuestos con el KIRU, siendo la estructura metálica vista y perfectamente
ordenada. Los EKALLUS se materializan en pabellones de vidrio, en los que la estructura marca el ritmo verticalmente y se
potencia la sensación de vivir entre los árboles. Por otro lado, la célula, el cobijo, la cueva ( LIBBU) se resuelven mediante
vidrios espejados que reflejan los árboles y ayudan y potencian al KIRU, a la misma vez que pasan desapercibidas, siguiendo
el razonamiento de potenciar la vida en común, el LIBBU se camufla en el KIRU, en el paraíso.