La
evaluación,
en
palabras
de
la
autora
Casanova,
lejos
de
poseer
diferentes
connotaciones
y
significados,
expone
en
esta
conferencia,
que
se
sitúa
como
elemento
clave
en
la
adquisición
de
las
competencias
de
los
estudiantes,
y
eje
básico
en
la
estructura
de
los
nuevos
diseños
curriculares,
para
el
desarrollo
de
su
vida
personal
y
su
vida
social.
Ámbitos,
tipología,
concepto,
metodología,
aplicaciones,
etc.,
continúan
siendo
elementos
importantes,
a
los
que
ella
alude
reiteradamente,
que
cualquier
docente
o
estudioso
debe
dominar
con
claridad
antes
de
decidirse
por
un
modelo
u
otro
de
implementación
en
su
aula
o
en
su
trabajo
evaluador.
Para
ello
hace
un
repaso
de
la
tipología
de
la
evaluación
según
su
funcionalidad,
normotipo,
temporalización
y
agentes,
dejando
muy
claro
la
importancia
de
situarse
en
una
evaluación
formativa
que
permita
mejorar
los
procesos
de
enseñanza-‐aprendizaje
con
capacidad
para
incluir
a
todos
los
alumnos,
sin
que
nadie
se
quede
fuera
del
Sistema.
Es,
por
tanto,
en
el
ámbito
no
universitario
donde
sitúa
su
discurso
con
el
fin
de
asegurar
e
implementar
una
evaluación
cada
vez
más
justa
y
ética,
que
se
base
principalmente
en
la
igualdad
de
oportunidades,
tan
sustantivas
en
un
sistema
curricular
abierto,
flexible
y
diverso.
Todo
ello
es
posible,
desde
su
perspectiva,
si
somos
capaces
de
procurar
cambios
en
el
modelo
de
evaluación
y
en
la
metodología
a
través
de
herramientas
que
permitan
no
cerrar
el
círculo
sin
tener
en
cuenta
los
registros
de
información,
no
únicamente
a
través
del
tradicional
examen,
sino
con
técnicas
e
instrumentos
de
análisis
que
desarrollen
un
pensamiento
más
divergente
y
un
diseño
universal
de
aprendizaje,
que
mejore
la
función
y
el
desarrollo
de
capacidades
del
alumnado
de
Educación
Obligatoria.