La aplicación de la Psicoterapia Analítica Funcional dentro de las terapias contextuales, hace un énfasis especial en la relación terapéutica. Las interacciones verbales entre terapeuta y cliente dentro de la sesión constituyen el contexto en directo donde realizar los cambios terapéuticos. En esta comunicación se realiza una revisión de las habilidades personales y profesionales que hacen posible que esas interacciones funcionen, que se produzcan contingencias naturales y que el cambio conseguido sea genuino y auténtico, y con ello se generalice a la vida diaria del cliente. Entre esas habilidades profesionales que podrían aprenderse estarían: ser conscientes, tener coraje, ser valientes, ofrecer autorrevelaciones y practicar la intimidad y el amor terapéutico. A las que se añadirían como habilidades personales: la generosidad, el respeto, la colaboración, aceptación y tolerancia del cliente, la sensatez, la afectividad y calidez, empatía y generar confianza, mostrar autenticidad y conocerse a sí mismo. Este conjunto de habilidades, que se comparten con muchos otros clínicos, han de mostrarse en un contexto clínico y una forma de actuación natural que es característica de FAP.