En la actualidad, aunque existen numerosos fármacos disponibles para el
tratamiento de la esclerosis múltiple (EM), el interferón beta (IFNß) continúa siendo un
tratamiento ampliamente utilizado por su excelente relación seguridad vs eficacia. Sin
embargo, existe un porcentaje elevado de pacientes que no responden
adecuadamente al tratamiento con este fármaco y no existe ningún biomarcador claro
de respuesta al IFNß que permita identificar aquellos pacientes en los que el
tratamiento va a ser eficaz.
El funcionamiento correcto de la cascada de señalización intracelular JAK-STAT
tras la interacción del IFNß con su receptor es fundamental para iniciar la transcripción
de los genes inducibles por IFNß y que se lleve a cabo la actividad biológica del
mismo. En este sentido, la heterogeneidad en la respuesta terapéutica al IFNß podría
explicarse por diferencias en la activación de la vía de señalización y/o por la inducción
de los genes tras la administración del fármaco.
Una vez que el IFNß interacciona con su receptor debe producirse la adecuada
activación, por fosforilación, de residuos específicos de las proteínas que intervienen
en la vía JAK-STAT para que se transmita la señal al núcleo celular. La identificación
de perfiles de activación asociados a un fenotipo de buena respuesta podría ayudar a
monitorizar la eficacia terapéutica del IFNß. Así, tras evaluar los niveles de receptores
de membrana y el estado de activación de las proteínas que intervienen en la vía de
señalización JAK-STAT, tras estimulación in vitro con IFNß, se obtuvo que la
exposición continuada al tratamiento sistémico con IFNß produce una
desensibilización de la vía JAK-STAT, de forma que los pacientes tratados presentan
una menor respuesta de los monocitos y células T al estímulo in vitro con IFNß que los
no tratados, a pesar de tener mayores niveles de activación basal de IFNAR1 y
pSTAT1.