En esta época de globalización cultural y de herramientas tecnológicas en red, la interculturalidad se define como un proceso educativo y social complejo e interactivo, por el que se fomenta una valoración positiva de la diversidad cultural; y, la exploración de áreas de consenso y diálogo para transitar de una mera coexistencia a una convivencia enriquecedora, donde el conflicto se vislumbra como un elemento imprescindible para el crecimiento personal y comunitario, el bienestar emocional y la creatividad. Basándonos en esta idea, no debemos obviar que la interculturalidad ha sido constantemente considerada en una multiplicidad de escenarios y entornos socioeducativos, tanto formales como no formales; de manera singular, en los centros educativos y en determinadas etapas de escolarización obligatoria (Educación Primaria y Educación Secundaria Obligatoria).
En efecto, el espacio de la educación superior es un contexto privilegiado para el desarrollo activo y proactivo de la formación intercultural en los futuros profesionales de la educación. Un ámbito donde aproximarse a constructos teóricos y acciones prácticas funcionales y activas, para inculcar en los jóvenes estudiantes de los grados universitarios de educación el deseo de comprender y poner en valor la interculturalidad en su futuro como educadores. No obstante, han sido pocos las investigaciones llevadas a cabo en el contexto universitario, no tanto para identificar actitudes y concepciones educativas hacia la interculturalidad y la diversidad cultural, sino para comprender la naturaleza, orientación y direccionalidad pedagógica de la propia formación inicial en la configuración de los planes de estudios universitarios en nuestro entorno más cercano.
Este estudio de investigación ha tenido como objetivo general describir, analizar y comprender la percepción, actitudes y creencias del alumnado universitario en relación con la diversidad cultural y la interculturalidad.