El turismo rural representa uno de los principales y más activos tipos de turismo en nuestro país. Su naturaleza contracíclica y alta tasa de crecimiento es un elemento a tener en cuenta para combatir el paro secular en la economía española. Con un desarrollo tardío con respecto a Europa, las características de su evolución se sintetizan en un predominio de la demanda doméstica frente a la extranjera, la importancia de los incentivos públicos, el aumento reciente de la oferta ilegal y la diversificación en las áreas rurales. Sus principales desafíos para los próximos años serán la internacionalización, mejora en la promoción y comercialización, segmentación y oferta de servicios complementarios, personalizados.