Con la LOE (2007) se implantó la competencia digital en las aulas. Hubo muchos docentes detractores y otros a favor de los cambios que se debían acometer.
En la Comunidad Autónoma Andaluza, la Consejería de Educación, comenzó ofreciendo al alumnado ordenadores. Transcurridos ciertos años, no ofertaron más. Por lo que a día de hoy no todo el alumnado dispone de ordenadores o tabletas, o no todos los padres permitirían que sus hijos se los llevasen a las aulas para poder trabajar en clase. La LOMCE (2013), también nos exige trabajar con metodologías activas que llevan implícito el uso de herramientas digitales, pero no todas las aulas, ni todos los centros tiene suficientes ordenadores o bien no se puede disponer de ellos en el momento que se precisa.
Contamos con una realidad tecnológica: la gran mayoría del alumnado, dispone de dispositivos móviles como tabletas o smartphones. Los adolescentes y estudiantes están sumergidos en una sociedad digital en la que impera la imagen y las redes sociales. Dominan el móvil como herramienta social. ¿Por qué no utilizarlos como herramienta en clase, como herramienta educativa y artísticas? Como docentes debemos ampliarles la visión de las aplicaciones que ofrecen estos dispositivos para sus aprendizajes, valernos del Smartphone que utilizan como herramienta social, para enfocarlos a la educación artística y abrirles otros usos y posibilidades.
Desde el área de Educación Plástica, Visual y Audiovisual, podemos y debemos considerar el móvil como una gran herramienta de creación y aprendizaje, haciendo uso de él desde distintos ámbitos y propuestas