Desde que en 1799 , un farmacéutico del hospital real de Bethlem, llamado John Haslam describió los rasgos de un niño que hoy podíamos considerar " autista " tenemos numerosas descripciones de este trastorno, que finalmente, fue meticulosamente descrito en 1943 por Leo Kanner. Unos meses más tarde, pero ya en 1944, Hans Asperger estudia y describe a unos niños con unas alteraciones en el desarrollo que desde 1981 y gracias a la labor de difusión de Lorna Wing, denominamos síndrome de Asperger .
Esta investigación trata , precisamente , de ese síndrome, si bien , con la nueva versión del DSM-V se han eliminado las cdtegorias diagnosticad y el término paraguas TEA es el que engloba tanto lo que podíamos llamar síndrome de Kanner cómo síndrome de Asperger ( y otros síndromes de los trastornos generales del desarrollo ) , de forma que se enfatiza no el trastorno en sí sino la intensidad de la atención educativa que necesita cada niño .
En este trabajo , a nivel teórico , hemos hecho una revisión de los avances que se han realizado en los últimos años sobre el TEA, tanto en el campo de la etiología como en el ámbito de la intervención educativa y en la inclusión social y, en la parte práctica, a través de diferentes instrumentos de recogida de información cualitativos, nos hemos sumergido durante varios años, con nuestros sujetos de estudio y su entorno , en distintos escenarios : la asociación AMSA , en dos institutos malagueños y en la facultad de educación de la Universidsd de Málaga , para ver cómo ha sido su proceso de inclusión educativa y social .