El presente proyecto titulado ¡Qué grande, qué invisible, qué diminuto!
surge del interés por abarcar mi territorio más cercano, donde
desarrollo una obra fotográfica a modo de cuaderno de campo. El trabajo
se compone de un fotolíbro y una instalación donde el entorno
que recreo genera una síntesis de las cualidades que me interesan del
paisaje. Siendo la propia naturaleza, la luz y la sombra, los elementos
que construyen un territorio que quiere despertar en el espectador
una mirada psicológica sobre el espacio.