La idea de realizar este trabajo de investigación, en el cual pretendo demostrar
que aún siguen persistiendo los roles sexuales tradicionales (el rol erótico y el
rol procreador) con respecto a la mujer, surge a raíz de la lectura del libro de
Marcela Largade, “Para mis socias de la vida, claves feministas para ser feliz”,
durante unos coloquios en un club de lectura amistoso.
Se contextualiza en la ciudad en la que resido, Vitoria-Gasteiz. Con una
población total de 247.820 habitantes. Y realizando la investigación de campo,
a través de los grupos de partidos políticos representantes en el Ayuntamiento
de la misma ciudad, así como en departamentos del mismo, asociaciones que
promueven la ayuda social e instituciones educativas.
Para el desarrollo del mismo, respaldo y establecimiento de comparativas, fijé
grupos de control dirigidos por expertas en el tema de la sexualidad, en otras
ciudades del estado, como son Murcia y Madrid. Así como el trabajo fin de
grado de una educadora social en Valladolid, de una índole similar al mío.
Me he basado en teorías feministas de épocas pasadas y actuales, donde se
exponen una y otra vez la perpetuidad del sistema patriarcal que somete a la
mujer.
Asimismo, elaboré entrevistas y cuestionarios adaptados a los distintos grupos
de personas que altruistamente me iban a recibir. Obteniendo de ellas, unos
resultados cuantitativos y cualitativos, que dan como fruto un diagnóstico de
situación. En ellos podemos observar que los mencionados roles continúan
formando parte del desarrollo de las personas, concretamente de las mujeres;
las cuales, se hallan estrechamente encorsetadas en los mismos. Es palpable
a su vez, la falta de formación en género e igualdad que tienen la mayoría de
las personas entrevistadas, que como decía anteriormente, son aquellas que
nos representan y velan por nuestro bienestar.