Los procesos de implementación de las demandas sociales se vehiculan a través de los partidos
políticos de una manera tradicional. Sin embargo, los lobbies también desempeñan esa capacidad de traslado al sistema político de las demandas ciudadanas. En este sentido, los lobbies deben disponer de canales de transmisión de sus demandas. En el caso de España, el poder legislativo asume la capacidad de que los lobbies participen en el proceso legislativo de las leyes.