El objetivo de este estudio es mostrar la incidencia a nivel cuantitativo y cualitativo del conocimiento de más de una lengua extranjera sobre el léxico aportado en inglés. La muestra está formada por dos grupos de estudiantes: el grupo 1, formado 40 estudiantes que afirman tener un conocimiento de un B1 de inglés y, el grupo 2, compuesto por 40 estudiantes que afirman conocer al menos 3 idiomas, con un nivel variado en cada una de las lenguas.
A nivel cuantitativo, los resultados muestran que existe una gran diferencia entre el número de palabras aportados por los estudiantes del primer grupo y el segundo. Concretamente, los informantes que solo tienen un B1 aportaron de media 112,40 palabras y los que conocen 3 o más lenguas, escribieron de media 158,35 palabras. En lengua española, también se observa esa diferencia, de forma que el grupo 1 aportó 178,88 palabras frente a las 209,20 palabras del grupo 2. Además, a nivel estadístico queda patente la existencia de una correlación bivariada significativa entre el número de lenguas que habla un informante y el léxico disponible, siendo mayor en el caso de la lengua extranjera.
A nivel cualitativo, se han analizado cómo se organizan las palabras en la mente de los dos grupos con el programa DispoGrafo. En general, las relaciones en el grupo 1 son menos densas que en el grupo 2, debido sobre todo al menor caudal léxico. Sin embargo, los grafos generados muestran una organización semántica muy similar en ambos grupos.
Para concluir, cabe destacar la influencia del conocimiento de más de un idioma a nivel cuantitativo. Sin embargo, ambos grupos presentan un comportamiento similar en cuanto a la organización de las palabras en la mente y la creación de redes léxicas. Esta situación podría deberse a que se trata de una lengua extranjera para ambos grupos, siendo este el factor que determina una diferente organización semántica.