Diversos tipos de violencia en el ámbito familiar han recibido una gran atención empírica en los últimos años. Entre estos, el abuso del menor hacia sus padres, también conocido como violencia filio-parental (VFP), se define como “aquella donde el hijo/a actúa intencional y conscientemente con el deseo de causar daño, perjuicio y/o sufrimiento a sus progenitores, de forma reiterada a lo largo del tiempo, y con el fin inmediato de obtener poder, control y dominio sobre sus padres para conseguir lo que sea, por medio de la violencia” (Aroca, 2010).
Justificación del tema: Este tipo de violencia constituye un grave problema social y familiar debido a sus consecuencias a corto y largo plazo, que no solo afectan de forma directa a la víctima sino que también generan una ruptura del núcleo familiar (Gallagher, 2008). Además, en la últimas décadas, y sobre todo recientemente, se han venido incrementando su frecuencia y gravedad (Nowakowski-Sims y Rowe, 2015). El presente trabajo pretende discernir cuáles son los principales factores de riesgo psicológicos y familiares para la comisión de VFP.
Marco teórico: Tradicionalmente, la VFP se ha asociado con una serie de factores familiares de riesgo relacionados con otras modalidades de violencia en la familia, como la exposición del menor a situaciones de violencia de género o el estilo de crianza ejercido por los padres (Ibabe, 2015). Pero más recientemente, se han identificado factores psicológicos que facilitan la explicación de este tipo de violencia, los sentimientos de soledad, la baja satisfacción vital, la carencia de habilidad empática, la psicopatología o la impulsividad (Rico, Rosado y Cantón-Cortés, 2017).
Conclusiones: Las investigaciones previas han identificado una serie de factores de riesgo, tanto psicológicos como familiares, para la comisión de la VFP, siendo estos hallazgos cruciales de cara a la prevención de este tipo de agresiones por parte de un número creciente de menores.