La nanotecnología ha supuesto una revolución en el mundo tecnológico y sanitario al descubrir las posibilidades del estudio de partículas a escala nanométrica. Concretamente, la nanotecnología aplicada en el campo sanitario ha permitido desarrollar nuevas técnicas de investigación, así como de tratamientos para diversas enfermedades y patologías. Las Nanopartículas Magnéticas (NPMs) presentan interesantes aplicaciones en diversas áreas como en técnicas de imagen, nanofluidos o en biomedicina. Es en esta última donde las NPMs pueden jugar un papel fundamental en el tratamiento del cáncer.
Desde el punto de vista oncológico, la nanotecnología ha motivado el desarrollo de diversos tratamientos en los que destacan tres métodos nanotecnológicos. El primero de ellos consiste en adherir material genético, ya sea ADN o ARN, junto con fármacos a la capa superficial de la nanopartícula de forma que éstas se unan selectivamente a células tumorales guiadas a través de un campo magnético externo o por reconocimiento biológico, liberando los fármacos en ellos.
En segundo lugar, es posible concentrar calor directamente sobre las nanopartículas adheridas e introducidas en células cancerosas para eliminarlas directamente o favorecer la apoptosis. Con esta técnica se minimizaría el daño que pueda producirse en las células sanas colindantes.
Por último, la tercera aplicación en el campo de la oncología es utilizar las NPMs como elemento de contraste para resaltar un área de interés cuando se usan en técnicas de diagnóstico en resonancias magnéticas.