La nueva Sociedad del Conocimiento reclama una educación con unas características concretas que establecen una gran diferencia con la anterior. Una educación basada en la implementación de las tecnologías digitales, una educación ubicua que salga más allá de las fronteras de la escuela, que establezca lazos con la comunidad y sobretodo una educación que supere la comunicación unidireccional docente-discente, que se centre en las individualidades y que realmente sea activa y significativa. En esta búsqueda de nuevos caminos en los que se encuentran las escuelas, pueden contar con la colaboración de otras instituciones que también son actualmente protagonistas de una nueva encrucijada.
Los museos necesitan resituarse y repensar el tipo de comunicación y de educación que realizan hacia la sociedad. Si hace unos siglos abrieron sus puertas al gran público, ahora deben volver a realizar un ejercicio de apertura. Pero esta apertura ahora debe ser cognitiva y comunicativa. La nueva sociedad tiene nuevas formas de comunicarse, de ocio, de trabajo y de aprendizaje, urge una respuesta inmediata de los museos.
Esta investigación enmarcada en el ámbito andaluz comienza con una experiencia internacional en la Universidad de Bolonia, Italia. En esta localidad la situación del patrimonio, tanto en cantidad como en la calidad del mismo, es similar a la andaluza, por lo que conocer en profundidad su gestión y tratamiento educativo- comunicativo podría ser un paso fundamental para posteriormente poder plantear un proyecto de investigación en la comunidad autónoma de Andalucía.