El conocimiento de las ciencias y las tecnologías (CyTs) es la materia prima de la cultura científica del siglo XXI. No sumar a la comunidad en este acontecimiento es incrementar la exclusión y la marginación social.
En el marco de un precario financiamiento gubernamental (0,35 del PIB en el 2018) y de una frágil institucionalidad en CyT, el objetivo de este estudio es fomentar el desarrollo de políticas públicas (PPs) en materia de divulgación científica y tecnológica (CyT) en el país, especialmente con el advenimiento del recién creado ministerio de ciencia, tecnología, conocimiento e innovación.
La metodología empleada, consistió en realizar un recorrido político de la libertad de expresión, su regulación, del acceso a la información y de las prácticas periodísticas. Posteriormente, en un segundo tiempo, se llevó a cabo un estudio de campo -con 162 consultados entre científicos y periodistas- con carácter preliminar.
Los resultados obtenidos muestran que más de 90% de los científicos y comunicadores consultados, no han tenido participación en el diseño o evaluación de PPs y validan la hipótesis propuesta, que es la ausencia de PPs efectivas en relación con la divulgación en CyT, lo que refuerza una débil imagen no solo de la comunicación propiamente tal, sino de los periodistas y sus prácticas. Otros dos hallazgos del estudio resultan interesantes. El primero es la ausencia de confianza que los científicos poseen de la entrega periodística en materias de CyT, calificándolas “de regular a la mala”. Y en segundo lugar -tanto científicos como periodistas- consideran que la divulgación científica a la población debiera ser un acto de trabajos compartidos entre investigadores y periodistas, sin embargo comunicada a través de los medios por periodistas especializados.
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