Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico
Resumen tesis:
Existe una alta comorbilidad entre los síndromes de dolor crónico y el TEPT (Siqveland et al., 2017). La
investigación está evidenciando que ambos trastornos podrían compartir ciertos mecanismos neurobiológicos, formando parte de un síndrome general como es la sensibilización central (Fleming y Volcheck, 2015). Además, existen teorías psicológicas que postulan que ambos desórdenes comparten patrones de respuesta cognitivos, emocionales, conductuales y fisiológicos similares (Asmundson y Katz, 2009).
Actualmente, el modelo más relevante para explicar los procesos de dolor crónico está siendo ampliado ya que, entre otras cuestiones, no proporciona una explicación detallada de los mecanismos subyacentes al comportamiento de presentan las personas con dolor crónico (Van Damme y Kindermans, 2015). Así, tampoco contribuiría a explicar los factores que subyacen a la comorbilidad entre este trastorno y el TEPT. Por este motivo, están surgiendo nuevas líneas de investigación que tratan de analizar tanto el dolor crónico como su comorbilidad con el TEPT dentro de marcos y postulados teóricos tradicionales, como la Teoría de la Sensibilidad al Reforzamiento (Gray, 1987a; Gray y McNauhton, 2000), que podría dar cuenta de los patrones de respuesta de ambos.
Sin embargo, se trata de una línea de investigación muy incipiente y, aunque existen investigaciones dentro de cada desorden de forma separada y se ha formulado un modelo hipotético acerca de la relación del SIC/SAC con el dolor crónico (Jensen et al., 2016), la evidencia empírica disponible es aún muy escasa. Así, no se ha validado empíricamente dicho modelo, ni se ha profundizado en la relación del SIC y el SAC en un aspecto clave de estos individuos, como es su funcionamiento diario a pesar del dolor.