Bacillus cereus es un patógeno humano bastante común que se transmite por alimentos y es responsable de importantes brotes de intoxicación alimentaria. El desarrollo de la enfermedad emética está relacionado con la producción de la toxina termo-resistente cereulide, que normalmente se produce en los alimentos contaminados por B. cereus. La enfermedad diarreica es provocada por varias enterotoxinas: la hemolisina BL (Hbl), la enterotoxina no hemolítica (Nhe) y la citotoxina K (CytK) . En este trabajo, se ha estudiado el comportamiento de diferentes aislados, procedentes de intoxicaciones alimentarias, sobre la superficie de frutos y hojas de plantas como posibles vehículos de estos microorganismos a través de los cuales se producirían las toxiinfecciones alimentarias.
De entre todos los aislados seleccionados se eligió un grupo de 8 aislados, seis de los cuales eran capaces de persistir en hoja y fruto y los otros dos no, que se secuenciaron y se buscó los grupos de genes que eran compartidos por los diferentes aislados capaces de persistir sobre las superficies y que sin embargo no están presentes en los aislados que no son capaces de persistir.
Para el posterior estudio de la relevancia de estos grupos de genes en la persistencia en hoja y fruto, se seleccionó una cepa emética del estudio por varios motivos: i) produce la toxina emética cereulide, y una enterotoxina no hemolítica, siendo por tanto de gran interés en seguridad alimentaria, ii) en las distintas plantas ensayadas se mantuvo a concentraciones de 105 UFC por gramo de hoja o fruto inoculado de los que al menos un 40% apareció en la forma de esporas y iii) es una cepa manipulable genéticamente. Con todos estos datos, nos encontramos posicionados para comprender que herramientas, conocidas o aún por conocer utiliza esta cepa para interaccionar con la planta y frutos, y de qué forma coordina su persistencia con una eventual producción de toxinas que tienen como diana al hombre.