En 1968, con motivo del asesinato a Melitón Manzanas, se publicaron las primeras fotografías de un atentado de ETA. Casi una década después, en 1976, la figura de un menor forma parte activa de las tomas que registran el lugar de los hechos. Desde ese momento las estrategias discursivas visuales en relación a su representación pasarán por diversos estadios.
A partir de una evolución cronológica, esta investigación se propone determinar variables como la profusión con la que se le retrata, sus emplazamientos, la distancia narrativa en la que se encuentra y las funciones que desempeña, y comprobar si la progresión de su visualización corre paralela a los cambios sociopolíticos de la sociedad española.
Para lograr estos objetivos este trabajo tomará como metodología el análisis de contenido en su versión cualitativa. A partir de un universo que contempla todas las fotografías de los atentados de ETA, se tomarán como muestra las fotografías publicadas entre 1968 y 1998 en los considerados periódicos tradicionales –La Gaceta del Norte, Hierro y El Correo– a los que se sumarán algunos de los que surgen con los inicios de la Transición como son Deia y Egin, también de cobertura regional, y El País de ámbito nacional.