La educación intercultural se constituye en algo más que una respuesta pedagógica para la construcción emergente de instituciones educativas inclusivas. Entendemos la interculturalidad como una propuesta educativa, social y ética que está al servicio de la inclusión y del reconocimiento de las distintas identidades existentes en nuestro país. Así, y ante la proliferación de los discursos reaccionarios y totalitarios, la educación intercultural se configura como una herramienta para la mejora de la convivencia, en un factor generador de la cultura de la diversidad al servicio de una educación para la ciudadanía reflexiva y crítica.