El proyecto expuesto a continuación consta de una intervención constituida por una serie de actividades divididas en diferentes sesiones llevadas a cabo por educadores sociales en el centro residencial de menores “Prodiversa”, con niños con edades comprendidas entre 11-17 años. A continuación podrán encontrar contenidos relacionados con la inteligencia emociones, que a su vez deriva en la educación emocional, como formación imprescindible en las personas, y en concreto en los adolescentes, así como las diferencias entre los términos emoción y sentimiento. Nace de la necesidad de dotar a estos menores de una educación emocional que les ayude a identificar y expresar sus propias emociones, así como identificarlas, tanto las propias como la de los demás. Estableciendo como principal objetivo la autorregulación de estas emociones y sentimientos, donde la intención no sea controlar o reprimir, sino expresarlas de una manera positiva. Se ha utilizado una metodología totalmente participativa, grupal e individualizada, adaptándose a las capacidades y necesidades de cada menor, aunque se lleve a cabo en el mismo espacio y, como principio principal, el juego.
Como conclusiones principales, podemos decir que es posible dotar de vocabulario a menores con estos perfiles tan complicados, aunque a veces se ha hecho difícil la puesta en práctica de las actividades.