En la delincuencia protagonizada por mujeres es frecuente encontrar circunstancias vitales asociadas a la violencia de género o a contextos de marginalidad económica y social que condicionan su conducta criminal. Mi ponencia tiene por objeto establecer el papel que pueden desempeñar esas situaciones en la determinación de la responsabilidad penal de las autoras atendiendo a tres grupos de casos: los llamados “delitos de estatus”, el homicidio del maltratador en legítima defensa y ciertas conductas asociadas al tráfico de drogas.