Cuando en el calendario electoral español se aproximan elecciones, comprobamos como el país se cubre de publicidad y cartelería política con la intención de acercar a la ciudadanía los diferentes candidatos de cada partido político. De estos carteles, el motivo que los ilustra generalmente suele ser fotográfico, y en su confección deben poner gran interés los diseñadores de las campañas políticas, pues con fines electorales pretenden erigir de forma fotogénica a los diferentes candidatos como producto político, sumando además en esta cartelería el eslogan que supuestamente sintetiza la información del programa de cada partido político.
Fue Roland Barthes quién planteó en 1957 el concepto de fotogenia electoral en su libro Mitologías, planteando la importancia del hecho de que los candidatos electorales tomaran su imagen para adornar las campañas electorales, en sus palabras, para establecer un nexo personal entre él y los electores. Es importante analizar este hecho desde el campo de la comunicación política y la fotografía por la gran cantidad de elementos y estrategias que pueden llegar a articularse, gran parte de ellas encuadradas en la comunicación no verbal. Estas imágenes de los carteles electorales caracterizan a los candidatos ampliando el canal comunicativo integrando otros elementos como la vestimenta, los colores empleados, las poses, los ambientes, etc. para, de forma especular, los ciudadanos conecten con los programas electorales, aunque en la práctica esconden otros elementos comunicativos de suma importancia.
En este trabajo se analiza con metodología estructuralista los retratos de los candidatos de las cuatro últimas campañas electorales a la Presidencia del Gobierno en España, en la que se comprueba como en algunos casos la renovación del lenguaje visual empleado, con importantes cambios en el estilo publicitario, mientras que en otros casos se mantienen estrategias comunicativa más conservadora, según el recorrido político de los candidatos.