La evaluación durante el desarrollo de una asignatura ha sido siempre uno de los elementos clave del proceso enseñanza aprendizaje. En este sentido, la evaluación no sólo debe centrarse en los conocimientos adquiridos por parte de los alumnos, sino que, cada vez en mayor medida, debe incluir elementos relacionados con el saber hacer, con la capacidad de aplicar a situaciones reales dichos conocimientos.
Partiendo de la base de que la evaluación por pares ayuda al alumnado a identificar sus fortalezas y debilidades y a desarrollar su espíritu crítico de manera constructiva, el objetivo de la presente comunicación es mostrar una experiencia empleando la herramienta Co-Rubric, aplicada a una actividad práctica correspondiente a la asignatura “Procesos, territorio y escalas de lo urbano”, del Grado en Geografía y Gestión del Territorio de la Universidad de Málaga.
En el marco de esta herramienta construimos una rúbrica compuesta por tan sólo 7 bloques, para facilitar su aplicabilidad, que cubrían los aspectos más relevantes de la actividad práctica sometida a evaluación. Entre otros, el alumnado debía valorar el aparato gráfico, el cartográfico, la adaptación al tiempo disponible para la presentación o si se habían alcanzado los objetivos propuestos. Un total de 8 alumnos –el 80% de los matriculados y la totalidad de los asistentes regulares a clase- realizaron la evaluación por pares.
Los resultados muestran que, en líneas generales, la evaluación del alumno es muy similar a la del profesor no solo en la valoración de conjunto, sino también en las correspondientes a los apartados individuales. Además, y desde el momento en que los resultados de la práctica debían ser expuestos públicamente, y evaluados por sus propios compañeros, el nivel de implicación del alumnado en la realización del ejercicio fue, a juicio del profesorado, muy elevado.