Tradicionalmente la seguridad laboral ha tenido un carácter reactivo y se ha centrado en las "cosas que salen mal" como son accidentes, incidentes o fallos. Además, los modelos de accidentes que han servido de base a la gestión de la seguridad y tenían un enfoque lineal y causal, ya fuera simple o complejo. Sin embargo, hoy día las organizaciones han incrementado notablemente su complejidad convirtiéndose en sistemas socio-técnicos complejos donde las relaciones ya no son lineales. En este contexto, nace la Ingeniería de la Resiliencia como un nuevo paradigma de la gestión de la seguridad que redefine el concepto de seguridad tradicional conocido como Safety-I y apuesta por un enfoque proactivo de la seguridad, denominado como Safety-II. La Safety-II se centra en las "cosas que salen bien", es decir, en el éxito diario y pretende ayudar a las organizaciones y los trabajadores a fortalecer su resiliencia en el desempeño para ser capaces de responder tanto a eventos esperados como inesperados.