El concepto de bienestar ha adoptado diversas perspectivas siguiendo los estudios de diferentes corrientes teóricas. Por un lado, se ha conceptualizado el bienestar dentro de la corriente hedónica (bienestar subjetivo) y, por otro lado, se ha conceptualizado dentro de la corriente eudaimónica (bienestar psicológico) (Ryan y Deci, 2001). El presente estudio se fundamenta en el modelo de bienestar psicológico de Carol Ryff (1989) que ha sido capaz de conjugar diversas formulaciones teóricas. En este modelo se entiende el bienestar como un constructo multidimensional en el que la persona busca sentirse bien consigo misma como un aspecto básico de su propio crecimiento y desarrollo personal. Las dimensiones que abarca este concepto de bienestar son: autoaceptación, dominio del entorno, crecimiento personal, autonomía, relaciones positivas y propósito de vida (Ryff, 1989).
Las dimensiones del bienestar psicológico se han relacionado con diferentes variables. Una variable que ha sido poco estudiada con relación al bienestar psicológico ha sido la resiliencia. Hablar de resiliencia es hablar de un positivo y adaptativo afrontamiento que tiene lugar cuando la persona se enfrenta a la adversidad (Luthar y Cushing, 1999). El objetivo de esta comunicación es estudiar las relaciones existentes entre el bienestar psicológico y la resiliencia en la adolescencia.
Los participantes de este estudio han sido estudiantes de ESO y de Bachillerato de varios IES de la provincia de Málaga. Cumplimentaron dos cuestionarios: Escalas de Bienestar Psicológico (Díaz et al., 2006), y Escala de Resiliencia de Connor-Davidson (CD-RISC 10) (Soler et al., 2016). Los resultados apuntan hacia relaciones significativas y positivas entre ambos constructos, encontrándose que quienes tienen más resiliencia tienen también mayor bienestar psicológico en sus diferentes dimensiones.