La idea principal del presente proyecto consiste en la apreciación personal del medio urbano
como un palimpsesto de imágenes asociadas a este, una escritura continua realizada en el tiempo
y el espacio. Cómo esa escritura incide en la memoria, entendida como una sucesión de registros
que se depositan y van conformando un paisaje y una identidad construidas, es la base del
planteamiento plástico. El objetivo del trabajo es mediar a través de la imagen fragmentada, del
vídeo, la instalación y el collage, cómo las actuaciones en la ciudad inciden en la percepción del
espacio y, por consiguiente, en la identidad individual y colectiva.
El trabajo pone el foco en el paisaje urbano de la ciudad de Málaga y de algunos municipios
de la provincia. Los lugares se muestran como unos manuscritos que han ido conservando, en
mayor o en menor medida, las huellas de las escrituras anteriores y son testigos de las actuaciones
realizadas por el hombre a lo largo del tiempo. Por tanto, la ciudad es un constructo
espacio-temporal, en estado de transformación continua (Blanco, 2017, p. 2), donde los
elementos que confluyen en él van configurando de alguna manera nuestro marco referencial
en relación a los activos materiales e inmateriales de esos espacios que son generadores de
identidad individual y/o colectiva. En la medida en que se va produciendo la eliminación de
esos activos, crece una sensación de desarraigo y desapego al espacio habitado.